En lo profundo de un bosque sueco yacen 1,000 coches olvidados de la década de 1950.
En el país minero de Bastnas, una ciudad en el sur de Suecia.
Estos coches oxidados son todo lo que queda de un depósito de chatarra creado durante el clímax de la Segunda Guerra Mundial.
En aquel entonces este era el destino final de carros abandonados por los soldados estadounidenses que abandonaron Europa después de la guerra.
Dos hermanos suecos que habitaban este bosque cuidaban del depósito de chatarra hasta 1990 cuando finalmente lo abandonaron, dejando que la maleza del bosque reclamara estos coches.
Hoy en día, carros Opel, Ford, Volvo, Buick, Audi, Saab y Subbeam, se oxidan lentamente entre los arbustos de este bosque.
El fotógrafo Svein Nordrum se aventuró entre la densa maleza de este bosque para tomar algunas fotografías de estos vehículos abandonados.
Él dijo: “Es muy tranquilo. Estar ahí da una sensación muy extraña, como si estuvieras en el borde del mundo.”
“El bosque es muy denso. Sólo se puede ver un par de coches, el resto desaparece entre los arbustos.”
“Los carros son ahora parte de la naturaleza de alguna manera. Los árboles crecen entre y a través de los coches, con ramas metiéndose entre ventanas y los cofres.”
Los 1,000 vehículos en conjunto suman aproximadamente unas 100,000 libras esterlinas en chatarra.
Sin embargo, los esfuerzos por remover estos coches del bosque se han visto frustrados.
“Algunas personas en Suecia quieren quitar estos carros, pero los ambientalistas no lo permiten. Al parecer las aves y otros animales han hecho nidos en la carrocería.”
Increíblemente lo que pudo ser basura para unos, ahora es el hogar para otros.
Fuente: Buzzfeed