Una mañana, mientras leía el periódico, Jarbas Agnelli vió una fotografía de pájaros parados en unos cables eléctricos, y jugando con la imagen, se le ocurrió usar las posiciones de los pájaros como notas, para así crear una melodía.
Una vez hecha la melodía, le envió la foto al fotógrafo, Paulo Pinto, que se la hizo llegar a su editor, y así sucesivamente, hasta llegar a un reportero. Esta melodía terminó ganando en el “YouTube Play Guggenheim Biennial Festival”.
Una melodía extraordinaria, inspirada en algo tan cotidiano y a la vez extraordinario como son las aves de ciudad. La capacidad de maravillarnos de nuevo ante algo cotidiano le da un sabor delicioso a la vida.
Just enjoy 😉