Seguro que alguna vez has tenido uno de esos días en que todo te sale mal. Esos momentos en que la tostada siempre cae por el lado de la mantequilla. Y es que, la conocida como Ley de Murphy suele cumplirse más de lo que pensamos. Simplemente, el azar en ocasiones se deja llevar por ese lado más molesto.
¿Te has preguntado alguna vez quién era ese señor Murphy y si existió de verdad?
¿Qué le pasó para crear esas ideas que tenemos ya tan arraigadas en nuestro día a día con una pizca de humor? Te lo explicamos.
¿Quién es Murphy?
Edward A, Murphy Jr. existió de verdad. Capitán de las fuerzas aéreas norteamericanas, nada menos, alguien que en 1948 formó parte de unos experimentos, para averiguar hasta donde llegaba la resistencia humana en la desaceleración brusca en casos de aterrizaje de emergencia.
Fue una especie de conejillo de indias. Pero eso sí, un conejillo de indias a quien todo le salía mal.
En la primera tanda de pruebas, tras sufrir varias simulaciones con caídas incluidas, las máquinas no dieron dato alguno. Alguien había olvidado situar los sensores o medidores electrónicos de esfuerzo al arnés. Cuando los instalaron y volvieron a hacer las pruebas, los resultados salieron negativamente: habían sido cableados al revés.
El capitán Murphy, cansado y algo frustrado le comentó a uno de sus asistentes lo siguiente: “Si hay alguna manera de cometer un error, se cometerá”. Los experimentos se reanudaron al día siguiente sin obtener éxito alguno. El arnés se rompió y las máquinas se estropearon. A lo cual, acabó exclamando en voz alta: “Si algo puede salir mal, saldrá mal, está claro“.
Cuando una semana después se hubo de dar una conferencia de prensa para dar información sobre las pruebas que se habían realizado, se preguntó por qué dichos experimentos no habían aportado dato alguno. A lo cual, el director del proyecto ironizó diciendo que se había cumplido la “Ley de Murphy”, citando cada una de las frases del capitán que se había sometido voluntariamente al programa.
Aquella expresión tuvo tanta repercusión a nivel de prensa y público, que desde entonces “La Ley de Murphy” se hizo mundialmente famosa. Además, actualmente, esta base aérea se llama Edwards en honor a Murphy.
Las frases más conocidas de la “Ley de Murphy”
- La probabilidad de que una rebanada de pan untada con mantequilla caiga por el lado de la mantequilla hacia abajo, es proporcional al precio de la alfombra.
- Si crees que hay cuatro posibilidades de que una cosa vaya a ir mal y las evitas, al momento aparecerá sin saber cómo una quinta posibilidad.
- La probabilidad de que te manches comiendo es directamente proporcional a la necesidad que tengas de estar limpio.
- Si estás haciendo cola y ves que avanza rápidamente, no lo dudes. Estarás en una cola equivocada.
- La distancia a la puerta de salida es directamente proporcional al peso de tu equipaje de mano e inversamente proporcional al tiempo que queda antes de tu vuelo.
- La velocidad del viento aumentará directamente según el peinado.
- El que ronca será siempre el que se dormirá antes.
- Cuando intentes demostrar a alguien que una maquina no funciona, funcionará.
- No te preocupes por lo que la gente piense de ti, están demasiado preocupados por lo que tu puedas pensar de ellos.
- Las únicas veces que la puerta se cierra sola, será cuando te hayas dejado las llaves dentro.
- Si quieres que suene el teléfono, vete al baño.
- La mejor manera de ponerle limón al pescado es colocándose el pez en el ojo.
- Las cosas siempre se encuentran en el primer lugar donde miraste, pero la primera vez no estaban allí.