Según encuestas, más del 83% de los estadounidenses beben café por la mañana.
Junto con la cerveza oscura y las golosinas con cafeína, el café es ahora una industria de treinta mil millones de dólares. El café es un gran negocio y empresas como Starbucks, gastan mucho, para que la gente beba más de éste producto. A pesar de todo eso, el café más caro, no lo vas encontrar en tu cafetería favorita.
El café más caro del mundo convive con las heces en el intestino de una civeta de palma asiática.

Civeta de palma asiática
Kopi Luwak es el nombre Indonés del “Café de Civeta”, una bebida hecha de granos de café, que defeca este animal de la selva. Las Civetas, son pequeños, peludos, de cola larga, mamíferos trepadores de árboles que son nativos del sur y el sudeste de Asia.
Se alimentan de bayas, frutas con pulpa y semillas. Uno de sus platos favoritos es el fruto del café, o café cereza. En el interior de esta baya se encuentran dos semillas de café.
Las Civetas pueden recorrer por días la selva en busca de este sabroso manjar. Cuando los encuentran escogen las más sabrosas, y las más maduras. Al final, comerán la baya y las semillas de café en el interior.
La civeta no puede digerir las semillas y salen casi completamente intactas. A partir de ahí, los rastreadores separan las semillas de las heces, lavan las semillas y luego las secan. Al final de este proceso, se tienen semillas de café más caras del mundo.
Expertos dicen que lo más importante para preparar buen de café se debe a dos razones: La selección y la digestión de las civetas, ya que son buenos en la elección de los mejores granos de café, y las semillas que están digiriendo son de la más alta calidad. Las semillas viajan a través del tracto digestivo de la civeta, absorben ácidos y enzimas, que producen una fermentación y crea un “perfil de sabor” característico descrito como “suave a chocolate y carente de cualquier sabor amargo. ”
El precio en Tailandia por cincuenta gramos de estas semillas de café puede llegar a 70 dólares.
En un lugar de Santa Mónica, California, sirven una taza de este café sólo con cita previa, por ochenta dólares, y sin crema o azúcar.